19/11/09


Bernabé
José, más tarde llamado Bernabé, entró en la historia de la salvación con un arranque de generosidad, vendiendo un campo que poseía y poniendo el dinero de la venta a disposición de los apóstoles. Había nacido en Chipre, y pertenecía a una familia levítica. Tenía una hermana o pariente próxima en Jerusalén, llamada María, que fue precisamente la madre de San Marcos.

Los apóstoles impusieron al levita José el sobrenombre Bernabé, que significa “hijo de consolación”. Su espíritu conciliador y su simpatía de “hombre bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe” (Act 11, 24) inspiraron ese sobrenombre.
Cuando Pedro intenta persuadir a Jesús de no asumir el camino de cruz, Él le refuta haciéndole caer en cuenta que piensa como los hombres no como Dios, en otras palabras, que la lógica de Dios es otra "lógica" y esto se ve claramente manifestado en la vocación que el Señor le regala a Pablo. Uno de los fariseos más radicales y excluyentes de los gentiles, ahora convertido en apóstol encargado de transmitirles a ellos de manera particular la buena noticia de Jesús.


18/9/09

San Pablo, apóstol de los gentiles
El autor comenta también respecto al capítulo 8, cómo la conversión no es cuestión de inmediatismo, de momento, sino más bien un camino arduo por recorrer, en el que se van dando cambios significativos, y que conlleva asumir la condición humana en su fragilidad, sobre todo para personas que han crecido en ambientes de prejuicio y orgullo.

14/9/09

Persecusión y crecimiento de la Iglesia
Una de las situaciones que más me impresiona del testimonio de los apóstoles es la del martirio, que muchos de ellos asumieron como premio. El primero de ellos Esteban (cap. 7), cuyo sangre fue semilla de muchos cristianos, y que la Iglesia supo interpretar a la luz del evangelio cuando dice: si el grano de trigo no muere queda infecundo, pero si muere da mucho fruto, pues la muerte de Esteban y la persecusión sufrida desde entonces, llevaron al movimiento a la expansión.